6.2 La estupidez de mantener superávits comerciales

Si algún país cree que tener un superávit comercial constante es cosa de dios, está muy equivocado. Incluso si este tipo de estrategia contrarresta, a corto plazo, la insuficiencia de poder adquisitivo nacional, a largo plazo se convierte en el oro de los tontos, en dinero imaginario que se desvanecerá cuando se exija su reembolso o en cuanto se abandone dicha estrategia.

¿Por qué?

 

  1. En primer lugar, los exportadores depositan su dinero en el banco de su elección, un banco en el que confían. ¿Por qué no?
  2. El banco presta el dinero al gobierno, el cual quiere importar. Como consecuencia, el dinero que se ingresó ya no está allí, sino que se reemplaza por un préstamo que actúa como un activo. Esto es importante ya que los activos tienen un valor y, por tanto, pueden actuar como garantía de los pasivos del banco, que es dinero que el banco recibió como depósito y que prometió restituir (de ahí la noción de responsabilidad) cuando el depositante así lo exigiera.
  3. El gobierno distribuye entre los ciudadanos el dinero que se le ha prestado a través de distintos programas. De esta forma el Estado importador se endeuda y gasta el dinero. Ya no dispone del dinero que recibió, ahora lo tienen los ciudadanos.
  4. Los ciudadanos del Estado importador compran las importaciones que necesitan, ya que su poder adquisitivo se ha visto incrementado gracias al dinero del Estado.
    Ahora el dinero del préstamo abandona de forma definitiva el Estado importador, ya ni el gobierno ni los ciudadanos disponen de él. REGRESA a los exportadores.
  5. Ahora los exportadores depositan el dinero proveniente de sus actividades comerciales de nuevo en el banco.

    Y ahora CREEN que poseen 2 cantidades distintas de dinero:    1) el depósito original
                                                                                                          2) las nuevas ganancias obtenidas

Pero en realidad, el dinero que tienen en el banco viene representado por:
1) El dinero original, que regresa al banco a través del préstamo, la política de redistribución del Estado, el consumo y el pago final.
2) Los pasivos del banco, respaldados por el nuevo activo adquirido, es decir, el préstamo al gobierno del país importador.

Si los exportadores quisieran retirar en ese momento ambas cantidades de dinero, el banco tendría que pedir dinero en efectivo a otro banco mediante la venta del activo (el préstamo al gobierno importador). Si no existieran dudas sobre la capacidad del gobierno para devolver el préstamo, entonces no habría problema.

      6. El ciclo préstamo-exportación se repite y al final la empresa exportadora cree que posee 3 cantidades distintas de dinero, cuando en realidad dispone de 1 fuente real de dinero y 2 pasivos respaldados por préstamos extranjeros. Es importante tener presente que ni el gobierno del país importador ni sus ciudadanos tienen el dinero en cuestión, sino que los ciudadanos, al pagar los productos adquiridos, pusieron en circulación la única cantidad real de dinero, que regresó a los exportadores.

      7.Tras 3 ciclos, el gobierno del país importador  ha contraído una deuda que equivale a 3 sumas de dinero, es decir, a las ganancias que los exportadores creen haber ganado.

¡Y ahora los bancos dicen que quieren el reembolso de sus préstamos!

Pues va a ser todo un problema dado que la única cantidad real de dinero en circulación YA regresó a ellos en forma de ganancias de sus exportadores. El gobierno importador no tiene dinero. Los ciudadanos del país importador tampoco.

Según esta teoría económica, los préstamos equivalen a las ganancias.

Si los bancos que proporcionaron el dinero consiguen vender algunos o todos los activos, entonces no pasa nada. No obstante, si no lo consiguen, estarán en quiebra.

Como el gobierno del país importador no puede devolver la deuda (no tienen medios para ello), tras intentarlo durante un periodo prolongado (austeridad...), pide una condonación parcial de la deuda.

 

Traducido por Alexandra López Garres