5. Ganancia y productividad

Hay que distinguir entre ganancia y crecimiento económico. Nuestros modelos dicen que sin recursos adicionales es imposible obtener beneficios a largo plazo, por lo que estos modelos no se aplican al crecimiento económico. Es posible conseguir crecimiento económico incluso sin obtener beneficios. El aumento de la productividad permite una mejora del nivel de vida real, siempre que se refleje en el poder adquisitivo de la gente.

La relación entre beneficios y productividad se da en el siguiente esquema:

Imaginemos una cooperativa donde 10 personas hacen pan. La producción mensual es de 10 unidades y, para garantizar una distribución justa de tareas y remuneración, todos acuerdan que el salario será de 1 $  por unidad y el precio del producto final también será de 1 $. De esta forma, quien haga su parte del trabajo, recibirá un sueldo que le permitirá comprar exactamente una unidad de pan y la cooperativa obtendrá las ventas previstas. Las ventas equivalen a los costos, no hay ganancias planeadas.

 

Este es un ejemplo de producción totalmente realizada, se venderá todo lo que se ha producido. No existen pérdidas por sobreproducción pero tampoco hay ganancias. Como el volumen de poder adquisitivo redistribuido es el mismo que el de las ventas planeadas, no son necesarios recursos adicionales para obtener dichas ventas.

Ahora agreguemos la noción de ganancia.

Un empresario inteligente llega y le dice a nuestros panaderos: «Todo esto está muy bien, pero trabajan de forma ineficiente. Véndanme esta cooperativa. Introduciré el capitalismo y juntos obtendremos ganancias. Produciremos el doble de pan y sus salarios serán los mismos que los de ahora, es decir, 1 $».

Parece una buena propuesta, ¿verdad? La productividad se multiplicará y los salarios no cambiarán, por lo que debería haber satisfacción mutua y la situación de los panaderos será mejor. Aceptan e introducen el capitalismo. Pero el capitalismo exige beneficios, ¿no?

 

Digamos que al cambiar el tipo de sistema económico, nuestro empresario consigue una mayor productividad, introduce nuevas tecnologías, mejora la organización del trabajo y, como prometió, se duplica la productividad.

 

¿Cómo puede esta forma mejorada de hacer negocios obtener beneficios? ¿Cuál será el valor de dichos beneficios?

Esto depende del precio de venta por unidad. El empresario tiene cuatro opciones:

A)    El precio no variará: 1 $ por unidad. En este caso, los panaderos seguirán ganando lo mismo que antes de la introducción de las ganancias, los salarios les permitirán comprar las mismas cantidades, su poder adquisitivo no disminuirá y, dado que el precio de venta por unidad no cambia, podrán satisfacer sus necesidades al mismo nivel que antes.

El problema es qué hacer con las 10 unidades restantes que no se han vendido. Como nuestro mercado representa 10 $ (poder adquisitivo total), no habrá más ventas dado que no existen más compradores que tengan un poder adquisitivo adicional. Los 10 panes adicionales que se han producido se pudrirán puesto que no hay nadie que los necesite. Esto representa un problema en el capitalismo conocido como sobreproducción. Lo vemos todos los días. Los hipermercados se deshacen de toneladas de comida cada día porque no hay nadie que las compre, mientras que hay países donde la gente se muere de hambre.

Ningún empresario estaría satisfecho con estos resultados. Si fue capaz de conseguir un aumento en la productividad y producir el doble pero sin conseguir ningún beneficio, el empresario no estará nada contento. La producción adicional de 10 unidades de pan, que representa un beneficio hipotético de 10 $, jamás se lograría ya que no existiría poder adquisitivo adicional para su compra. En este caso, el resultado del negocio sería de cero y, por consiguiente, habría un desperdicio sin sentido de recursos naturales, ya que para producir el doble de pan se necesitan el doble de ingredientes.

Otra alternativa (en el caso de bienes duraderos) es que la producción no vendida se guarde en el almacén. Esta es una manera de mejorar el balance y anticipar las futuras ventas en el próximo periodo. No obstante, como no existen más compradores en nuestra pequeña economía simulada y todos los trabajadores ya han gastado sus salarios, no podemos esperar más ventas gracias a ellos en el próximo periodo. Recuperarán su poder adquisitivo únicamente con su próximo salario, lo que anticipa una próxima ronda de producción que tampoco tendrá lugar. Los bienes ya producidos siguen en el almacén, no hay compradores y, así, en lugar de producir más y pagar los salarios, lo que vienen son los despidos. El almacenamiento no es una solución a esta variante del precio.

La única salvación para un empresario que fija el precio al nivel del poder adquisitivo de sus empleados es vender la sobreproducción en otra economía donde haya poder adquisitivo adicional. Esto conduce a la expansión, la globalización y las prácticas coloniales. Los esfuerzos por ganar nuevos mercados son otro gen inherente al capitalismo que intenta desesperadamente conseguir ganancias. No obstante, a nivel global, este esfuerzo no es sostenible a largo plazo. Lo que intenta lograr el empresario en el país X es idéntico a lo que quiere lograr el empresario en el país Y. Describiré esta situación con más detalle en el capítulo sobre el comercio internacional (capítulo 6).

 

Si no existe una economía externa donde se pueda vender la sobreproducción, los recursos adicionales como transferencias y préstamos entran en juego. De esta manera, el poder adquisitivo de los ciudadanos se estimula temporalmente, pero es solo una solución temporal que no permite la creación de ganancias a largo plazo. La opción en la que el poder adquisitivo que falta se sustituye con préstamos se podría representar así:

                                                                                          

En la segunda fase, la compañía vuelve a producir 20 unidades de pan pero el poder adquisitivo ya no se complementa con préstamos. Al contrario. Después del reembolso de los 10 $ + intereses (digamos 10% de interés = 1 $), el poder adquisitivo disminuye y se convierte en negativo. Los trabajadores no solo no pueden comprar ningún producto (todo su salario ha sido utilizado para devolver el préstamo), sino que además se hallan en el polo negativo al no poder pagar los intereses. Los salarios pagados, que se utilizan en su totalidad para pagar los préstamos, representan una pérdida neta para el empresario de la que, en esta etapa, todavía no es consciente. Las ventas planeadas no se lograrán. Las ventas del año anterior, financiadas mediante préstamos, tendrán un efecto boomerang en forma de poder adquisitivo totalmente diezmado.

Este es el resultado:

 

En total, el empresario no ha ganado nada ya que con esta estrategia las ganancias obtenidas durante el primer año se compensan en su totalidad con las pérdidas, las cuales vienen de los salarios pagados durante el segundo año, que no han sido transformados en poder adquisitivo ya que dichos salarios se utilizan por completo para la devolución de los préstamos. Dado que los salarios pagados eran de 10 $, el interés no será reembolsado porque no existen recursos financieros en el sistema para ello. Los bancos sufrirán pérdidas, las cuales se manifestarán en la amortización de las ganancias depositadas por el empresario el año anterior.

Este modelo demuestra que no es posible obtener beneficios mediante la financiación del consumo a través de préstamos; lo único que permite es una estimulación cíclica en el poder adquisitivo seguida posteriormente por un declive mayor que los intereses.

B)    Con un precio de entre 0,5 $ y 1 $, se podrían pasar parte de las ganancias de productividad a los empleados. El resultado sería similar al obtenido con un precio de 1 $, por el hecho de que conseguir beneficios sin recurrir a préstamos no es posible, solo los empleados se beneficiarían un poco más. Con un precio de 0.7 $, pueden comprar 14.3 unidades de pan pero todavía se carecerían de 4 $ en recursos adicionales.
 

C)    Si el empresario fija un precio de 0,5 $ por unidad de producción, las ventas previstas estarían al nivel del poder adquisitivo disponible pero no obtendría beneficios.

 

Esta opción beneficia por completo a los empleados (traspase total de las ganancias de productividad a los empleados) pero no existen ganancias para el empresario.

D)    Al establecer un precio inferior a los costos de producción, digamos 0,4 $, está claro que el resultado se traduciría en pérdidas. Los trabajadores habrían ahorrado, teóricamente, 2 $ de su poder adquisitivo disponible, pero el ahorro sería solo teórico ya que sus salarios no podrían pagarse por completo. Con unas ventas de 8 $, la empresa no estaría en condiciones de pagar salarios de 10 $.
Las opciones C y D no se utilizarán puesto que no crean beneficios para los empresarios.

 

Traducido por Alexandra López Garres